miércoles, 24 de marzo de 2010

Martes

La cuerda de la ropa con prendas tendidas encima de otras prendas. Hombro con hombro no cabían todas las camisas y blusas y camisetas en el trecho azul de cuerda. Ha habido que dar prioridad a algunas, que cuelgo encima de otras para que queden secas antes. Y doy prioridad a tu ropa. No quiero exhibir mi generosidad, sino ese ritmo constante de deferencias hacia el otro que es ahora el matrimonio. Siempre mi plato con la ración mayor.

Cada poco recordamos las casas donde hemos vivido. Vuelven imágenes de ellas para anclar otros recuerdos e.g. cuando lo del trabajo de evaluación vivíamos en Paul-Lincke, pero este carácter de decorado es sólo aparente. Al nombrar una de las casas donde hemos vivido estamos nombrando algo más que una fecha, y quizá por eso las personificamos endosando a cada una su hipocorístico: cuando Fidicin, cuando Martin, cuando la Solms. Al decirme cuando lo del trabajo de evaluación vivíamos en Paul-Lincke, sé que la penuria de aquel trabajo se mezcló con la ilusión de vivir junto al canal, sé de paseos junto al agua enturbiados por la premura de presentar un texto que tal vez no te aportaría nada. Así que cuando mencionemos cuando Yotsuya pensaré en un espacio cuadrado que una cuerda azul de plástico dividía de punta a cabo. Pensaré que nos dijeron que en Tokio íbamos a ser pobres.

Pensaré que en Tokio volví a este blog.

Etiquetas:

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Noooteeee..!!!

9:21 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home