sábado, 21 de julio de 2007

Un mirar es un mirar es un mirar es un mirar

Vuelvo a este diario olvidado. Vuelvo por obligación y no podía ser de otra forma.

Durante un año escribí aquí todo lo que me sucedía por haber llegado a Berlín. El estilo a menudo era críptico; muchos posts (así hay que llamarlos), ininteligibles. Dejé de publicar porque me empecé a sentir feliz. La felicidad vital y la inutilidad literaria son conceptos asombrosamente afines.

Ahora vuelvo para servir a mi gremio, los profesores de español. No voy a perpetrar un blog de reflexión docente porque de éstos está el mundo lleno. Lo único en lo que puedo extenderme es en los detalles cotidianos. No se me ocurre otra manera de aportar.

A partir de hoy me comprometo a sacar una foto por semana. El motivo de estas fotos serán elementos físicos que presenta Berlín y no presenta Madrid. Cada foto irá acompañada de una explicación: ¿por qué me ha llamado la atención?, ¿por qué este elemento cotidiano me cambia la vida?

Publicaré la imagen unos días antes de la explicación. La razón de este desfase es que quiero dar una oportunidad a los innúmeros lectores de esta bitácora de aventurar la diferencia, la relevancia, la insistencia de dicha imagen para un español en el extranjero. El que sepa usar en clase el material resultante, que lo use.

La primera imagen es de mi habitación.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

And ,,, what happened with your compromise?

5:10 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Será la luz sobre la mesa que entra por una gran ventana? Una ventana más grande de las que te ofrece Madrid normalmente.

4:32 a. m.  

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