viernes, 25 de diciembre de 2009

Un retorno triunfal

Hace unos diez años, cuando vivía en Madrid, los mejores días madrugaba, hacía ejercicio y me quedaba la esperanza de leer con la cabeza despejada el resto del día. En los peores, me levantaba tarde y hacía ejercicio con mala conciencia porque le estaba quitando tiempo a la lectura. En los días buenos y en los días malos me levantaba espeso y desanimado, como tanta gente, pero se lo hacía notar a mis padres, con quienes vivía entonces y paso ahora estos últimos meses que me quedan en Europa. Exageraba mi molestia, como un niño o como un actor de la vida . No hace falta mucho imaginar: arrastraba los pies, me pasaba el día en pijama, cuando me dolía algo doblaba la cerviz e incluso apoyaba medio cuerpo encima de una mesa (¡dios!), siempre a la vista de ellos, para que pudieran preguntarme y yo pudiera bufarles. Un niño de más de 25 años. Un mierda, vamos.

Como no he cambiado mucho, hoy me he marcado el mismo numerito. Me he tumbado en el sofá, mi madre me ha dado un Efferalgán y me ha echado por encima una manta de lana lila (no es una metáfora de nada) y me he puesto a leer The reasons of love, de Harry Frankfurt (el de On Bullshit) hasta la página 10. Durante esas 10 páginas, mi cabeza ha hecho lo siguiente:

- cantar Creep no menos de tres veces;
- imaginar una memoria universitaria de investigación con una estructura narrativa de historias paralelas;
- dudar si le regalo a mi amigo Pedro un vale de Amazon o algo más sentimental;
- dudar si le regalo algo a Laura, la madre de la hija de Pedro: el año pasado le mandé un bolso pero no me lo agradeció, pero esto no debería ser óbice porque sigo echando de menos los años que ella pasó en Madrid. Siempre me ha gustado Laura, concluyo;
- encontrar algo de mí [Yo al leer no critico ni me formo ni me emociono ni me sereno: yo me identifico o no me identifico] en las frases de Frankfurt People who are scrupulously moral may nonetheless be destined by deficiencies of character or of constitution to lead lives that no reasonable person would freely choose (…) For example, they may be emotionally shallow; or they may lack vitality; or they may be chronically indecisive. To the extent that they do actively choose and pursue certain goals, they may devote themselves to such insipid ambitions that their experience is generally dull and without flavor;
- decidir mi vuelta a este diario.

Son casi las dos de la tarde y el balance de la mañana es el siguiente. Una jaqueca casi superada. Siete libros en torno a mí: cuatro de mi trabajo, tres que deseo. 10 páginas leídas de uno de los que deseo. Casi 500 palabras sobre mi incapacidad para la lectura. Debiús.

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