miércoles, 22 de junio de 2005

Soy tan postmoderno

Soy tan postmoderno que, cuando hago un gesto o un ruido, lo veo sin solución de continuidad. Abstraigo. Presencio el gesto a través de una cámara que acaba de recular para captar toda mi expresión. Me hago así la constante ilusión de una doble o múltiple existencia. Soy tan postmoderno.

Anoche, después de terminar una clase de noche, de visitar a Frau Lo para que me dejara una película, beberme dos Krombacher en ayunas y traducir una canción de P.J. Harvey, me levanté muerto del teclado. No muerto de cansancio, sino muerto de soledad y desconocimiento, o quizá de frío y de una luz pálida ideal para ambientar un concierto de muñecos de paja.

Más tarde, tirado boca arriba en el suelo de casa, al abrir los ojos, lo último que recordaba era el sonido de mi cabeza contra el piso. Nunca me había desmayado. No alcancé a verme cayendo, a presenciarme, por lo que al menos una de mis existencias quedó interrumpida o muerta. La puerta de casa estaba abierta y la luz de mi cocina daba para alumbrar la puerta del vecino.

Todo era escaso y real.

0 Comments:

Publicar un comentario

<< Home