jueves, 21 de abril de 2005

Cómo odiar Berlín

1.­Espera un torrente de simpatía. Espera que la gente por la calle te esté sonriendo y que al saludarte te rocíe de besos y que, al ir a comprar un bollo, una panadera te diga “hola, guapa (o guapo)”. Hay sitios así. El mundo hispano tiene fama de esto.­ Si esperas encontrar esto en Berlín, no te costará cogerle manía.

2.­­Ven con pretensiones materiales. Ven a triunfar a Berlín. Ven a currar muy duro para ahorrar y poder comprarte luego el pisito en España. Como decía la canción: “If I can make it there, I’ll make it anywhere”. Cuando compruebes que Berlín no va de eso, cuestionarás tu estilo de vida o, más probablemente, la ciudad.

3.­Instálate en octubre. Por delante te quedarán seis meses de frío (de los que tres, o cuatro, serán de frío polar); y cuatro o cinco con luz de morgue. Siempre que no se despiste la ecología. El pasado abril, cuando en los bares ya montaban las terrazas, volvieron la lluvia y un frío de manta. Y casi me olvido de la plaga de avispas de julio.

4.­Cuenta con formar un nutrido grupo de amiguetes. A ser posible, de tu país. O gente de esa que llama casi todos los días, y os contáis de todo, y él o ella le cuenta a un tercero o tercera, que al poco te llama interesándose. Gente que contribuye a disiparte la extranjería.
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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ahora escribe 4 puntos (o más) sobre como amar Berlín ;)

4:14 a. m.  

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