viernes, 1 de abril de 2005

Extranjero y extranjero

Si un estadounidense reconoce a otro entre una muchedumbre de Europa, ¿tiende a evitarlo? Dos franceses lejos de Francia, ¿qué harían? ¿Y dos italianos? Sé que no soy el único español que evita a otros allende. Anteanoche fui evitado. Fue en un restaurante japonés muy estrecho: cada mesa quedaba a menos de veinte centímetros de la contigua.

Me estaban esperando, así que no elegí yo el sitio. Ya desde la puerta me pareció que mi vecino iba a ser español. La pinta. Cuando mis sospechas, al minuto, se confirmaron, hice lo imposible por hablar en alemán (ya que callarme no puedo). Él se moderó y bajó la voz y en ningún momento lo sorprendí mirando en mi dirección.

Hubo algún subepisodio ridículo, como cuando quise decir "desafiar" y no me salía. Con "fordern" habría bastado, pero me empeciné en explicarlo en alemán, descomponiendo el significado y la conversación hasta la arcada, con tal de eludir ese momento en el que los paisanos en tierra extraña se preguntan de dónde son.

Agradable velada. Todo lo despachamos al mismo tiempo, el vecino español y yo: el plato principal, la cuenta. En la salida, ya no recuerdo quién cedió el paso a quién. Si fue él, seguro que le dije Danke.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ya sé que no te gustan los comentários, pero ahora tenia que comentarte. A mí me encanta oyir mi idioma si estoy en un país extranjero. No empiezo hablando con la persona, pero le sonrío, como que agradeciendo su presencia. Como si así no estuvieramos tan solos...
(pero creo que eso pasa con pueblos más pequenos...) ;)

3:03 a. m.  

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